El sueño ayuda a borrar malos recuerdos. “La fase del sueño en la que hay actividad onírica –es decir, en la que soñamos- está basada en una composición neuroquímica diferente y nos proporciona una forma de terapia, un bálsamo que elimina los ‘bordes afilados’ de las experiencias emocionales vividas durante el día”, afirmó Matthew Walker, neurocientífico de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos, tal como publica el sitio MuyInteresante.es. Esta fue la conclusión de un estudio que reveló que, “mientras soñamos, la química cerebral vinculada al estrés se desactiva (desciende la norepinefrina) y el cerebro puede procesar las experiencias emocionales para ‘borrar’ o ‘suavizar’ las emociones dolorosas o desagradables almacenadas en la memoria. “Después de dormir las experiencias del día anterior han reducido su carga emocional; nos sentimos mejor con ellas, nos sentimos capaces de afrontarlas”, explicó el científico.
Durante el sueño se organiza la información del día. Mientras que el acto de dormir sí es una función vital, soñar no es necesario para la vida, no es imprescindible para seguir viviendo. Sin embargo, mientras el cuerpo descansa, el cerebro “soñador” se encarga de ordenar la información importante y “guarda” en la memoria permanente lo que considera relevante.
Podemos controlar lo que soñamos. Cuando una persona es capaz de alterar el contenido del relato onírico se dice que experimenta sueños lúcidos. Una psicóloga de la Universidad de Harvard, Deirdre Barret, hizo una prueba con sus estudiantes: les pidió que eligieran un problema que no tenían resuelto y que pensaran en él antes de dormir. Después de una semana, la mitad de los chicos había tenido sueños vinculados con ese problema y el 25% había encontrado alguna respuesta sobre la cuestión. Así, el mejor modo de controlar nuestros sueños será elegir nuestros pensamientos antes de dormir.
Los olores afectan los sueños. Científicos alemanes presentaron una investigación en la Academia Americana de Otorrinolaringología que comparaba los efectos de oler a rosas y a huevo podrido durante el período de sueño. Según sus conclusiones, el tono emocional de los sueños cambia en cada caso: es positivo en el primero y negativo cuando el olor es desagradable.
Más sueño, menos dolor. Durante el período de descanso, atravesamos por diferentes etapas o fases. Una de ellas es la REM (de la frase en inglés “rapid eye movement”, por el movimiento de los globos oculares bajo los párpados), que es el período donde soñamos y captamos gran cantidad de información de nuestro entorno, debido a la alta actividad cerebral. En esos momentos, las sustancias químicas que generan el estrés dejan de producirse. Además, tal como concluyó un estudio neurocientífico de la Universidad de California en Berkeley publicado por MuyInteresante.es, se “suavizan” los recuerdos dolorosos.
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