1. El segundo Primer Ministro de Israel
El 9 de Noviembre de 1952, después de la muerte del primer presidente de Israel Chaim Weizman, a Einstein se le ofreció el puesto de Primer Ministro por el gobierno israelita pero este lo rechazó. Creía estar muy viejo para ese puesto y además no tenía la suficiente experiencia ni el temperamento para aquella chamba.
A Einstein se le ofreció este empleo por ser un judío muy respetado. Según el Primer Ministro en curso de Israel, David Ben-Gurion: “No hay en la faz de la tierra un judío más capacitado que él”.
2. Nunca usó calcetines
Nunca usó calcetines porque para él eran una verdadera molestia; consideraba que siempre se les hacían agujeros. Además pensaba ¿para qué usar zapatos y calcetines si sólo con uno de esos basta?
Nunca se vistió de acuerdo al gusto de la gente; decía que “la gente te conoce o no te conoce”, por lo tanto no importa como te veas.
3. Inventó un refrigerador
La mayoría de las personas cree que Einstein solo fue un científico teórico, pero casi nadie sabe que también incursionó en aplicaciones prácticas científicas. Albert Einstein inventó, junto con Leo Szilard, el físico húngaro que patentó el primer reactor nuclear, un tipo de refrigerador después de escribir su famosísima “Teoría Especial de la Relatividad”. El refrigerador, que nunca llegó a ser producido a gran escala, funcionaba con un sistema de absorción que no necesitaba utilizar electricidad. Desafortunadamente, nuevas tecnologías emergentes lo hicieron obsoleto.
4. Tuvo una hija ilegítima
Según cartas escritas entre Einstein y su futura esposa Mileva Maric, se sabe que a finales de 1890 tuvieron una hija a la que llamaron Lieserl. Sin embargo, no se vuelve a mencionar a la hija después de 1903 y como la pareja aún no estaba casada al momento de la concepción, nunca fue registrada como hija legítima.
No se sabe exactamente que pasó con ella, pero algunas biografías mencionan que pudo haber muerto durante su infancia debido a una epidemia de fiebre.
5. Reprobó exámenes
Es común que las personas que reprueban muchos exámenes sean clasificadas como tontas o incompetentes. Ahora se sabe que el gran genio del siglo XX, el inigualable Albert Einstein, reprobó varios exámenes durante sus primeros años escolares. Reprobaba sobre todo exámenes de lengua, literatura, cultura y arte. A pesar de eso, se convirtió en un extraordinario científico, una prueba más de que los conocimientos tradicionales no siempre son necesarios para tener éxito en la vida.
6. Odiaba la ciencia ficción
Albert repudiaba la ciencia ficción porque sentía que cambiaba el entendimiento de la gente sobre la ciencia, dándoles una falsa illusión de cosas que no podrían pasar. En sus palabras, “Nunca pienso en el futuro, de por sí este llega lo suficientemente rápido”. Decía que si alguien veía un objeto volador no identificado o cosas por el estilo (hombre de las nieves, monstruo del lago Ness, etc..) deberían guardar las experiencias para ellos mismos.
7. Fue chofer por un día
Un día Einstein iba de camino a la universidad a dar un discurso a sus estudiantes y su chofer, que no solo manejaba su auto, sino que se presentaba siempre entre la audiencia durante sus presentaciones, lo escuchó decir que se sentía cansado de dar ese discurso en particular (y que el chofer había escuchado tantas veces que lo sabía de memoria), por lo que le sugirió que cambiaran papeles. El chofer daría el discurso y Einstein lo llevaría de vuelta a casa. En aquellos tiempos Einstein no era muy reconocido, por lo que el cambio de identidad no sería un problema. Sin embargo, accedió preocupado por lo que pasaría si algún estudiante le presentaba al chofer una pregunta complicada. El temor de Einstein se volvió realidad cuando un estudiante levantó la mano y realizó una pregunta, a lo que el chofer contestó sin dudar: “Bueno, esa es una respuesta tan simple que hasta mi chofer podría contestarla” y así Einstein se paró ante la audiencia y respondió la pregunta para el asombro de los presentes.
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